Esa noche nadie vio sus pasos reflejados en el cielo, nadie hizo parte de los boleros furtivos que acompañaban cada vocablo de su penetrante voz, nadie insistió en otorgarle la magia que disiparía las grises nubes que acompañaban el cielo.
Sólo un secreto estaba en el ambiente, un murmullo atravesaba los cultivos llenos de silencio. ¿Podría acaso elaborar con sus sueños un vestido de cristal? ¿un vestido de misterio? ¿estas palabras podrían ser sus resistentes hilos?
Aquel mago sólo tenía en sus manos recuerdos maravillosos, reflejos de vidas pasadas con mejores desenlaces. Sólo insistía en recitar cada una de las palabras y el conjunto que formaban: A, N, A, B, E, L. Una y otra vez cada letra formaba el encanto, lapidaba los silencios, hacía de los combatientes vientos suaves caricias.
La luz de la luna que se abría paso en un cielo colmado de oscuridad bastó para la creación de un nuevo tiempo. Hizo que los sueños de este viejo mago formaran cuidadosas y finas telas, telas que acompañadas de palabras permitieran sostener con fervor el abrigo de una conocida silueta.
Todo volvió a la normalidad, las palabras retornaron a los habitantes, el sol regresó al día y los árboles danzaban bajo el ritmo de la música del tiempo, del cambio. Todo gracias a alguien que aún bajo lo efectos de la maldad hizo que en su corazón siguiese latiendo el amor hacia su reina Anabel, permitiendo su regreso triunfal bajo los cielos de una tierra de hermosos matices.
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Sí, mi primer amiga invisible bloggera es ANABEL de La Ventana De Los Libros.
Espero estés muy bien, te deseo una feliz navidad y espero que lo que escribí en compañía de mi hermano te haya agradado un poco.
Felices Fiestas...
